sábado, 31 de marzo de 2018

¡No teman, vayan ahora!


"…pero él les dijo: «No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho»."

Frente a este anuncio las mujeres quedan sorprendidas, atemorizadas. Cuantas veces la incertidumbre y el miedo nos paralizan e impiden asumir lo que Dios nos pide. A pesar de esta situación en ellas reinó la fe y confianza en el Maestro y Su Palabra. Corrieron pues a anunciar lo que habían visto y oído.

Nosotros ¡con que alegría compartimos el amor de Jesús y somos capaces de dar esperanza a otros cuando nos sentimos seguros de su presencia en nuestras vidas! Pero también cuantas veces nos invaden dudas de fe que nos impiden llevar a otros la vida nueva que Jesús nos trajo.

En el deseo de comunicar vida nueva en Jesús es que tuvimos oportunidad de viajar  hacia Angola, y si de incertidumbre y miedo se trata, mucho sabe de vivir así el pueblo angolano, pueblo que sabe de sufrimiento, temor y espera, pero que han aprendido a vivir de una forma diferente gracias a la fe y esperanza. Cada día es una fiesta, la fiesta de la vida, donde cruzarse y encontrarse con alguien es motivo de celebración y un saludo de buenos días puede “demorar” 20 minutos. Celebración por excelencia es la fiesta de la Eucaristía donde el pueblo ofrece y lleva al altar lo poco que tienen, entregándose a sí mismos como ofrenda por medio del baile y el canto al ritmo del batuque diciendo alegremente “todo lo que tengo y soy te lo entregamos, recíbelo Señor”

Que a imagen de las mujeres discípulas de Jesús y con el ejemplo del pueblo angolano, podamos también nosotros en medio de las dificultades e inseguridades ponernos en movimiento y salir a anunciar la vida nueva en Jesús, la Buena Noticia. Tchotchene (que así sea).

Espe, Dai y Sil.



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