miércoles, 11 de mayo de 2016

42 años del martirio de Carlos Mugica, desafío para hoy

Hoy 11 de mayo, recordamos la fecha del martirio del Padre Carlos Mugica. Aquel cura villero marcó un antes y un después en la Iglesia argentina. Por ello, desde Cultura de Barro, nos proponemos rescatar 3 ideas centrales que hicieron de este mártir de los pobres, modelo de evangelización en la lucha por la defensa de los últimos.

"Desafiado por la realidad"

El Padre Mugica procedía de una familia acomodada de la ciudad de Buenos Aires. Su padre político conservador y su madre hija de estancieros hicieron que su vida se desarrolle en ese particular ámbito; lejos del que sería luego, su lugar en el mundo. ¡Cuanta capacidad para desprenderse de prejuicios! ¡Que valentía al adentrarse en algo que desconocía por completo! He aquí una característica particular en su vida que nos parecía importante destacar.
Puede que alguno de nosotros nos reconozcamos en este proceso de "conversión". De todos modos, es evidente el llamado que Dios nos hace: salir de nuestras propias seguridades, para ir allí donde más la vida está doliendo. Claro que no se da de un momento para el otro, pero al igual que Mugica debemos ir también, haciendo eco en el camino para que otros se sumen a andar por estos caminos. La clave está allí, no ponernos la capa de héroe ni cerrarnos en personalismos, sino más bien caminar juntos.

"Fe y política" 

Su accionar estuvo fuertemente marcado por la acción política. Sin dudas la concebía, al igual que Francisco, como una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común (1). Es por ello que invitaba a la participación activa, porque tenía bien en claro que es desde allí donde se puede transformar, humanizar, evangelizar la estructura que rige el modo de vida en sociedad.
Muchas veces nos pasa que pensamos a la política como algo "sucio". Parece algo tan distante a nuestra vida... sin embargo tenemos que comprender que todo aquello que nos afecta o beneficia es fruto de una decisión política. Que los pibes y pibas estén librados a la "buena de Dios" en nuestros barrios, que la droga corra como un caramelo, que la policía actúe por portación de cara, todo esto y muchas otras cosas más son fruto de la acción política. Si como cristianos no tenemos en cuenta esto, no nos involucramos; omitiendo, estaremos siendo cómplices de todo lo que ocurra.

"Hasta dar la vida"

La entrega de Mugica no fue a medias tintas, sin lugar a reparos fue hasta el final. Su martirio fue por haberse jugado por muchos otros; su martirio muestra lo subversivo del Evangelio. Es allí donde podemos comprender el canto de María "derribó del trono a los poderosos y enalteció a los humildes" (Lc. 1, 52). En su asesinatoMugica, fue enaltecido dando la  propia vida; así los poderosos fueron derribados porque no pudieron callar su voz, la multiplicaron, lo perpetuaron para siempre en la conciencia del pueblo.

¡Cuántas veces nos quejamos porque se nos pide un poquito más! En esta línea, hace unos días, en una reunión me vi gratamente sorprendido. Estábamos charlando sobre la posibilidad de ofrecerle la catequesis sacramental a los pibes y pibas del barrio. Entre idas y vueltas sobre la forma, los modos y demás preguntas, nos preguntamos quienes íbamos a ponernos al hombro esta tarea. A medida que cada uno compartía su situación, una compañera nos comunica sus ganas de estar bien metida con esto. No se cual habra sido mi cara en ese momento, seguro de asombro: muchos de los que la conocemos sabemos de su vida, llena de "actividades", muchas por sus opciones pastorales. Sin embargo, allí con alegría estaba dándonos una lección "siempre se puede un poco más".

Que el ejemplo del Padre Carlos Mugica, nos aliente a poder comprometernos aún más por el Reino, sin escatimar fuerzas, sabiendo que la vida lo es cuando es compartida.



CULTURA DE BARRO




Referencias:
1. FRANCISCO "Evangelii Gaudium" N°205

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