Josecito, ¡otra vez vos por acá! – saluda Rulo extendiendo su mano.
Dura la vida del estudiante Rulo, acá andamos che – dice Josecito luchando para no cerrar los ojos, e inmediatamente pregunta - ¿A quién le mandas mensajitos a esta hora, tan temprano?
No, no estoy escribiendo mensajes, estoy en Twitter, poniendo un hashtag.
¿Un hastach?, ¿qué es eso? – responde Josecito con cara de “no manejo inglés”.
¡No!, un hashtag se dice, es algo de lo que todo el mundo está hablando, entonces si muchos lo ponen se vuelve un trending topic mundial… ¿entendés? – dice Rulo sabiendo de antemano que Josecito no casó una y su explicación es al vicio.
¿Y de qué habla todo el mundo? – pregunta Josecito.
Este hashtag se llama #NiUnaMenos. Es por toda la cuestión esta del femicidio. Es terrible, todos los días matan a alguna mujer, sale alguna cuestión de violación, de violencia de género. En el noticiero a cada rato le dan manija a eso. Es para pedir justicia, concientizar, que los jueces o los políticos hagan algo.
Ah sí algo me comentaron. Ahora te digo que por esto que me decís me queda picando una idea – dice Josecito que se queda mirando el cielo y piensa.
¿Sí?, contáme, que tus arranques de pseudo-filósofo me encantan… - sonríe pícaramente.
Claro Rulo, fíjate. La marcha y toda la cuestión es en contra de la violencia de género, de la muerte de mujeres inocentes, en fin, una violencia totalmente repudiable. No puede ser que mujeres mueran a causa de violencia. Por eso el hastach y la marcha me parecen geniales, súper necesarias para concientizar, para movilizarnos, para cuestionarnos.
Rulo lo mira en silencio y hace gesto con la mano derecha queriendo decir “seguí, seguí pibe”.
¡Que buena onda que esto nos movilice! ¡Que copado no nos quedemos en silencio y esto nos indigne! Es escandalizante que se mate, que haya muerte por homicidio, que haya muerte injusta por violencia también injusta – toma aire y sigue entonado – si nos resignamos a aceptar como algo natural este tema de la muerte injusta, ¡estamos al horno!
Tal cual, pero no te termino de entender… ¿A dónde querés llegar? – dice Rulo queriendo sacar el máximo provecho de las reflexiones de Josecito.
Que tu hastach está barbaro – Rulo confirma que no casó una en su explicación y que evidentemente fue al vicio – pero me parece que debería ser el puntapié de algo nuevo, de un: “ni una, ni uno, ni nadie menos”.
Bueno, pero esta movida es por el femicidio – se ataja Rulo.
Si, está bárbaro. Me parece genial movilizarse para que no haya más muertes de este tipo, pero ojo, que no nos haga olvidar que la muerte injusta es escandalizante, sea una mujer, un hombre, un pibe, una abuela, o cualquiera. Que no nos acostumbremos a enterarnos de homicidios y no calentarnos, ¡que no se nos vuelva algo común! Por eso está bueno esto como un grito de nunca más.
Esa es la macana. Todos los días se muere alguno – afirma Rulo.
Cuando pensamos que el hambre es un crimen, decimos “ni un pibe menos”, ahora sobre el femicidio “ni una más”. Es genial que nos vayamos despertando y que a partir de estos gritos podamos llegar a decir “ni uno, ni una, ni nadie menos”, ¡nadie menos! Ya pasó la época esa donde la gente desaparecía, se esfumaba de la tierra – Rulo asiente con cara triste recordando su difícil juventud – No puede ser que en tiempos de democracia se haya vuelto normal y diario este tema de la muerte violenta e injusta. Si al hablar de ese tiempo fiero de dictadura lo identificamos con el “¡Nunca más!”, ¿cómo no nos vamos a poner las pilas y comenzar a denunciar todo tipo de muerte?
Y no es denunciar por denunciar, ¡también hay que laburar para que esto cambie! No podemos ser cómplices de estructuras sociales injustas, de discriminación, de falta de oportunidades, de carencias materiales e intelectuales, y un montón de cosas más – dice Rulo, como quien piensa en voz alta.
¡Claro! Porque es fácil la vida si soy un puro “bla bla bla”, pero después miro el noticiero cruzado de brazos y punto – se exaspera Josecito.
Bueno, pero no te calientes – le dice Rulo – ¡Gracias loco! Me alegro que pienses así.
Gracias vos Rulo que me bancás. ¡Que tengas un buen día en el laburo! – lo saluda Josecito mientras sube su pié al primer escalón del colectivo.
Enseguida Rulo agarrá su celular y se anima a twittear: #NiUnaMenos #NiUnoMenos #NadieMenos
Aprovechando esta ocasión, también quisimos recoger en un video, algunos testimonios y reflexiones distintas personas que se animaron a compartir.
En Cultura de Barro, también nos sumamos a este pedido de Ni Una Menos, pero nos comprometemos también por ¡Nadie Menos!
Melina - Emiliano
CULTURA DE BARRO
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