martes, 14 de abril de 2015

Un mar de fueguitos... ¡Hasta siempre Eduardo!

Desde este espacio, no podemos ser indiferentes ante la partida de un grande como Eduardo Galeano, y por eso, como humilde homenaje, una líneas que nos ayuden a seguir pensando(nos).  

Su nombre completo era Eduardo Hugues Galeano. Nacido en Montevideo, capital de Uruguay en el año 1940. Fue un escritor y periodista comprometido con la realidad latinoamericana, investigando sobre las raíces, lo social, lo político, las costumbres, entre otras cosas. Falleció el 13 de abril del 2015, dejando en todos nosotros, las ganas de seguir reflexionando críticamente sobre nuestra historia, de comprometernos en la transformación social y no se indiferentes ante la realidad en la cual vivimos. 

A continuación, compartimos el relato corto más difundido y conocido de este autor, que puede resumir su legado e invitación a ser fuegos que enciendan otros fuegos...

El Mundo

Un hombre del pueblo de Negua, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

- El mundo es eso - reveló -. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.


Para seguir pensando:
  • ¿Con qué clase de fuego nos identificamos?
  • ¿Son nuestras propuestas pastorales, un fuego que hace a los otros querer arder la vida?
  • ¿Nuestro compromiso con la fe, con la realidad, es fuego que arde?

CULTURA DE BARRO



No hay comentarios.:

Publicar un comentario