Pascua es abrazar la muerte para dar paso a la Vida…
Pascua es no cerrarle el vidrio al pibe que limpia los vidrios en el semáforo…
Pascua es dar algo más que una moneda al que pide, es reconocerlo como hermano querido…
Pascua es dejar de ver a un “negro de mierda” y poder ver a un hermano…
Pascua es poder tomar un buen mate con amigos…
Pascua es denunciar la droga que mata y que negocia con la muerte de tantos pibes, es acompañar a los hermanos adictos y proponer caminos alternativos…
Pascua es abrazar el NI UNA MENOS y el NUNCA MÁS, porque la muerte y la violencia no se pueden naturalizar, ¡NADIE PUEDE MORIR POR CAPRICHO DE OTRO!
Pascua es escandalizarse ante el hambre, el analfabetismo, el atropello ante los derechos de los niños…
Pascua es desatar la fiesta esperada y porfiada, que nace en el pueblo sencillo como expresión de alegría, pese a las adversidades, para hacer que la vida duela menos…
Pascua es reaccionar valientemente contra frases como: “la juventud está perdida”, “a estos negros hay que quemarlos a todos”, “que se pudran en la cárcel”, “hay que bajar la edad de imputabilidad”…
Pascua es denunciar con toda la fuerza los linchamientos y los intentos de justicia por mano propia…
Pascua es entender que Dios abraza, ensalza y levanta a los últimos…
Pascua es anunciar que Dios muere por los últimos, que se hace solidario con todos los crucificados del mundo y de la historia, dándoles a los más sufrientes el testimonio de que la Vida siempre gana…
Pascua es proponer alternativas a un sistema político incompetente que utiliza el clientelismo como modo salvaje de perpetuación en el poder para encubrir una sutil dictadura, y no sabe dar respuestas profundas lejos del “yo te doy”, “vos me das”…
Pascua es comprometerse en la construcción social y política de nuestro país, pisando el barro y no siendo ciudadanos virtuales de TV y sofá, que conocen la realidad solo en dibujitos…
Pascua es sensibilizarse y compadecerse por un atentado en Francia, pero también es compadecerse y actuar ante tantos atentados políticos, económicos, sociales, educacionales, que sufre diariamente nuestro pueblo ninguneado de América Latina y repercuten en el pueblo más sencillo…
Pascua es creer en lo revolucionario y subversivo de los pequeños gestos de amor, como un abrazo, una caricia, un te quiero…
Pascua es entender que el Evangelio no es un libro de historia antigua, sino un impulso para transformar nuestra sociedad y develar el Reino de Dios que ya está entre nosotros…
Pascua es renovar la fe en el trabajo de hormigas, desde abajo, en silencio, organizados...
Pascua es la serena y esperanzada confianza en que el Reino va fluyendo en lo cotidiano, se va gestando, se hace presente entre la gente…
Pascua es aprender a compartir, porque duele que sean tan pocos los que tienen mucho y sean muchos los que tienen tan poco…
Pascua es Jesús que resucita, pero es también poder romper las cadenas y cruces que matan a nuestros pibes y pibas...
No podemos vivir profundamente la Pascua si no nace en nosotros, el compromiso de entregar la vida desde lo cotidiano para luchar, denunciar y combatir todas aquellas cruces que hoy en pleno 2016 no dejan de atormentar y matar a tantos inocentes, a tantos jóvenes.
No podemos celebrar la resurrección, el triunfo de la Vida, si somos cómplices de estructuras injustas y opresoras que utilizan a los últimos como negocio despiadado, condenándolos a una vida de constante Viernes Santo.
Por esto, Pascua es afirmar que la Vida tiene la última palabra, que la muerte queda chiquita, que la muerte ha sido vencida. Pascua es esperanza confiada y porfiada en Dios que no se queda de brazos cruzados ante el dolor y las injusticias. Pascua es afirmar en el corazón y en la vida, mediante gestos concretos y acciones, que aquí estamos, para hacer de esta vida, una Vida con mayúsculas, una vida que para todos sea digna y linda de ser vivida…
¡Felices Pascuas de resurrección - liberación!
¡Felices Pascuas de compromiso y entrega por los últimos!
Emiliano
CULTURA DE BARRO
Siempre muy lindas reflexiones, chicos. Mis saludos y felices Pascuas! Comparto tu artículo, Emi, tan real y tan necesario de ser vivenciado, lo que sin duda implica dejar de lado la comodidad de nuestro día a día y comprometernos con el otro.
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