¿Alguna vez, como animadores, pensamos la importancia de la tarea
que hacemos a diario tanto en los grupos a los que asistimos, como en la
cotidianidad? Si bien, todos los fines de semana vamos a nuestros grupos
estamos con nuestros pibes, donde evangelizamos, damos catequesis, estamos con
ellos, jugamos, les enseñamos sobre Jesús, Don Bosco, María Auxiliadora y todos
los santos que nos dejaron alguna enseñanza para aplicar a los pibes durante algunas
horas que estamos compartiendo con ellos en la mañana o la tarde. ¿Pero,
pensando en frío, somos conscientes de lo que podemos generar y hacer con solo
animar? Redundo sobre esta pregunta, porque durante el año no tenemos tiempo para
saber cómo nos va camino hermoso que es animar ya que estamos con todas las
actividades sobre la marcha. Y aprovecho ahora que arrancamos el año a buscar
que pensemos y tratemos de ser conscientes, siempre de manera humilde, de lo
que podemos generar en nuestros pibes en esas pocas horas que durante un fin de
semana tenemos con ellos.
Voy a tomar como punto de referencia la tarea del héroe, no del
héroe que aparece en la televisión o en las revistas que están ahí por haber
hechos trabajos que marcaron un rumbo en la historia o los dibujos animados que
realizan acciones que solo uno puede plasmarlas ahí ya que son imposibles en la
realidad pero que de chicos siempre nos llamaron la atención y para nosotros
eran “héroes”. Sino aquel héroe que nos
rodea en nuestra vida cotidiana que colabora con acciones simples donde ayuda a
las personas sin esperar nada a cambio, que pueden ser nuestros amigos, nuestra
familia o personas cercanas a nuestro entorno que realizan acciones que vemos y
podemos adoptarlas a nuestra vida siempre aprendiendo de los demás sabiendo que
al rodearnos podemos nutrirnos de ellos.
Si nos ponemos a pensar, para los pibes podemos ser héroes. Puede
sonar exagerada esa palabra y nos podemos preguntar“¿Cómo yo con solo ir 3
horas al grupo puedo ser héroe para el pibe, si lo único que hago es jugar y
leerle la palabra como mucho? Eso no es ser héroe” Hablo de que podemos ser
héroes como aquellas personas cercanas a nosotros. Digo que para los pibes
podemos ser aquel héroe que durante esas dos horas lo saca de todos sus
problemas y busca hacerlo jugar, busca encontrarle refugio en la palabra de
Dios, busca que descanse y se descargue en un abrazo. Donde nos sentimos llenos
de felicidad con solo recibir una sonrisa de esos pibes porque sabemos que para
ellos somos héroes y el solo saber lo que hacemos por nuestros pibes nos hace
sentir que nuestra labor de animar va por buen camino. Y es una propuesta que
año a año debemos renovar, porque es la sonrisa del pibe el motor que nos
impulsa a seguir.
Un héroe que conocemos muy bien es Don Bosco, que a través de la
simpleza y la perseverancia pudo conseguir millones de cosas. El es aquel modelo
que tenemos a seguir y pensar que la tarea que hizo Don Bosco fue increíble. Capaz no podemos ser como Él fue en todos sus aspectos, pero si podemos imitar sus
acciones para con los pibes. Siempre busco de sacarlos de todos aquellos males
de la época, como la cárcel, para llevarlos al oratorio y mostrarles que puede
existir un mundo mejor a través de la palabra de Dios.
Y ese tiene que ser nuestro punto de partida para arrancar el año,
saber que humildemente podemos ser héroes para los pibes. Como lo fue nuestro
papá Don Bosco para nosotros y que nunca bajó los brazos, siempre se refugió en
la palabra de Dios.
Franco
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