Muchas veces caminando las calles de nuestros apostolados nos encontramos con diferentes situaciones, algunas ocultas o disfrazadas y otras no tanto, en donde los jóvenes son tratados como objetos, son utilizados y hasta humillados.
El Papa Francisco nos muestra de qué manera podemos denunciar y trabajar en contra de esas injusticias, desde nuestros lugares. Nos habla de un método, una actitud, un estilo de discipular que no tiene otra lógica mas que la misma locura que Jesús selló en la Cruz: la ENTREGA, por entero, y por amor.
Muchas veces cometemos el error de enrredarnos, pensando de qué manera podemos organizar actividades para el oratorio, desde lo práctico y organizativo. ¿Acaso está mal dedicar tiempo a pensar qué es lo mejor para nuestros chicos? Claro que no. Pero nos estamos olvidando de algo mucho más sencillo, de algo que como animadores salesianos nos tiene que nacer del corazón, nos olvidamos del "estar". ¡Es tan sencillo hacerse cercano! ¡Don Bosco nos regaló tantos gestos y actitudes para que los pibes se sientan amados!
Sigamos laburando, acompañando a los jóvenes, dándonos por completo. Llevemos a su máxima expresión nuestra espiritualidad de lo cercano y el ser familia. Apostemos a estar en medio de ellos, no a medias, sino embarrándonos por enteros, cuerpo y alma.
Melina
CULTURA DE BARRO
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