Muchas
veces a quien hace la opción de caminar el barro, se le hace notar que está
solo, que no va a poder cambiar el mundo, que es un “utópico”, pero mirando
mejor, no sin alguna desmotivación o la tentación de querer dejar todo de lado,
nos damos cuenta que no.
Basta
con ver que para responder a los anteriores reproches, aparece un tipo que hace
más de dos mil años se la jugó por abrazar el barro y redimirlo, que se abajó y
se hizo uno de nosotros, que se animó a desafiar al sistema político y
religioso de su época sin utilizar la violencia, que logró hacer presente un
nuevo Reino con medios más eficaces que las balas y la represión: la compasión,
el amor y la solidaridad.
Salta
a nuestro encuentro también, la referencia a otro muchacho llamado Juan Bosco,
que entregó hasta su “último aliento” para la promoción integral de tantísimos
jóvenes que necesitaban un padre, amigo y hermano que los acerque a Dios.
Resulta entonces, que los sueños y las búsquedas personales de cada uno de
nosotros, de repente se vuelven realidades y cuestionamientos grupales, y es
ahí donde comienza a gestarse Cultura de Barro, como espacio de compartir estas
búsquedas, cuestionamientos, certezas, experiencia de Dios que motiva y empuja
a un mayor compromiso.
Es
desde este andar donde comienza a forjarse una manera de ver la vida, de
configurarnos como personas que queremos vivir con los pies y las manos en el
barro, pero porque nos sumergimos en él, con el corazón en el cielo, inundados
del compromiso y la entrega que despierta seguir a Jesús, apasionado por la
vida, profeta de la compasión.
Por
eso, surge la necesidad de generar un espacio de reflexión continua, que nos
saque de un asistencialismo vacío, para resignificar nuestras prácticas
pastorales, y así, motivar a otros jóvenes a pensar también sobre lo que hacen.
La necesidad de sentirnos comunidad en lugar de autorreferenciales, de
sentirnos acompañados y unidos en este encuentro con Dios a través del barro.
No
nos identificamos con colores políticos ni es interés nuestro entrar en esa
discusión, sino que ponemos como centro la búsqueda constante de Dios y el
encuentro transformador y liberador con Él, a través de la gente que habita el
barro santo, barro sagrado. Como Moisés ante la zarza ardiente, vamos hacia el
encuentro con los pies descalzos, sabiendo que son tierra santa. Buscamos
construir y descubrir el Reino que se gesta en lo sencillo y lo pequeño, en lo
que a los ojos del mundo resulta descartable o insignificante.
También
queremos ser una voz que se alza, ser desde nuestros lugares un grito. Grito de
denuncia, pero también grito de respuesta, grito de vida y de esperanza, grito
de un amor que se encuentra con el Amor y desea encarnarse en acciones. Gritamos
y queremos actuar porque nos duele un mundo lleno de excluidos, de gente
descartable, de injusticia social, de miserias. Queremos imitar la actitud del
buen samaritano que no es cómplice del dolor ajeno y se compadece ante su
hermano, pese a nuestras incoherencias y límites.
Todo
esto, vivido de una forma particular, al sentirnos también herederos de un
carisma que Dios regaló a la Iglesia por medio de San Juan Bosco, viviendo el
sistema preventivo y cultivando una sensibilidad comprometida por los jóvenes,
especialmente por los más pobres.
Creemos
que al andar se hace camino, creemos que la palabra de los jóvenes merecer ser
pronunciada porque es válida y no debe mirársela a esta, como subversiva,
rebelde, peligrosa, inexperta, juzgándola desde una perspectiva adultocéntrica
que entienda al mismo como sujeto inmaduro, sujeto en transición, sujeto
incompleto. Sintiendo junto a los apóstoles “no podemos callar lo que hemos
visto y oído” (Hch. 4,20), lo que oímos y vemos, lo que queremos oír y ver.
Esto
es Cultura de Barro, un espacio que intenta responder a todo esto desde donde
se puede y cómo se puede, siempre con la mejor predisposición posible. ¿De qué
manera?, aportando reflexiones mediante un blog, elaborando entrevistas y
documentales, sumando en el espacio de radio por internet, con fotos y algunas
frases, y muchas otras formas que debemos todavía soñar y explotar, para llegar
a más jóvenes y hacerlos sentir parte de esta comunidad.
Holaaaa!!! que lindo espacio que crearon!!! hay cosas super interesantes para usar en los grupos y en catequesis!!! los felicito chicoss y a seguirr creciendo de la mano de Maria Auxiliadora y Don Bosco!!!
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